Progresar en humanidad implica crecer en la actitud y el ejercicio del diálogo.
OCTUBRE MES DEL DIÁLOGO
¿QUÉ ES EL DIÁLOGO?
El diálogo en sí no es algo optativo, adicional, para el ser humano. Se inscribe en su condición misma de persona: ser-para-la comunicación-y-la-comunión. Lo que equivale a decir: ser-para-el-diálogo.
El ser humano no ha sido creado solo para co-existir en sociedad, sino para con-vivir, comunicándose. Esta comunicación es la base y el sentido de la cultura como ámbito, aire, hogar del desarrollo humano.
El diálogo es intercambio verbal y gestual pero con una ínsita dinámica a la relación interpersonal, que en su más auténtica expresión es comunión.
CARACTERÍSTICAS
- Claridad, ante todo; apacibilidad, no es orgulloso, hiriente, ofensivo, impositivo, evita los modos violentos.
- Es paciente y generoso; confianza tanto en el valor de la palabra propia cuanto en la actitud para aceptarla por parte del interlocutor.
- Prudencia, procurando conocer la sensibilidad del otro y no serle molesto e incomprensible.
Como se ve, el diálogo constituye un ejercicio de racionalidad al igual que de bondad.
Por lo tanto, dialogar no significa:
- Perder la propia identidad, pero sí saber escuchar, comprender y en lo que merezca, secundar. El clima del diálogo es de amistad y servicio sobre un sólido fundamento de verdad.
- Si se comienza poniendo la atención en lo que une y no en lo que divide –metodología y pedagogía profundamente personales y personalizantes–, se advierte sin dificultad la gran apertura que entraña la disposición al diálogo.
EL PAPA PABLO VI DIJO…
- El diálogo: “excluye fingimientos, rivalidades, engaños y traiciones”; no puede silenciar así la denuncia de lo que significa guerra de agresión, de conquista o de predominio.
- El diálogo, si es auténtico, se amasa con sinceridad y se teje con verdad.
- El diálogo no equivale a parloteo bonachón o a pasatiempo de relaciones públicas.
Una educación en la que tú puedes confiar.
Liceo Cervantino